Al escribirse estas líneas persistía la expectativa sobre un posible acuerdo para destrabar el trámite de la reforma de la salud en el Congreso. Es evidente que el relevo en la cartera le dio al trámite de esta iniciativa, crucial para el actual gobierno, un nuevo aire. Independiente de sus méritos personales y profesionales, estaba claro que la exministra Carolina Corcho se había convertido, por sus posturas poco dadas a la negociación, en un obstáculo cada vez más difícil de sortear.
Su reemplazo, el exalcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, llegó con la expectativa de un ministro más dado a escuchar a quienes en el Congreso y fuera de él consideran que todavía es posible mejorar la reforma, en aras, sobre todo, de preservar logros que ha costado varias décadas alcanzar para beneficio directo de la gente.
En este sentido hay que reiterar la importancia de que en estos días cruciales no solo haya mayor diálogo, sino que este sea efectivo en resultados, y para eso es necesaria una disposición franca del nuevo ministro a tomar nota de los reparos que subsisten en relación con el articulado y construir consensos.
Y con respecto a temas puntuales, hay que recordar la importancia para la prestación del servicio de salud de que lo aprobado no conduzca a la desaparición de las EPS, sobre todo de aquellas que han sido responsables y eficientes, sino que se pueda garantizar la permanencia del modelo de aseguramiento mixto, que hoy está siendo cuestionado. Es clave también revisar con lupa el asunto del tarifario único, que pone en riesgo la calidad de los servicios de clínicas y hospitales de alto nivel, toda vez que desmonta incentivos que han sido vitales para que haya mejorado la calidad de la atención para pacientes de todos los regímenes en los últimos años.
Se trata, en todo caso, de preservar los pilares de unos avances que la ciudadanía valora, sin ponerlos en riesgo, y de buscar, a través del diálogo y la deliberación, que cada vez más colombianos puedan acceder de forma más fácil a servicios de salud integrales y de calidad.
EDITORIAL