
Noticia
Anatomía de un ‘match’: el impacto de las aplicaciones de citas en la salud mental
Ansiedad, síndromes de abstinencia, decepción, entre otros síntomas.
Tinder fue demandada en febrero por seis s que manifestaron que la aplicación genera adicción. Foto: iStock

Actualizado:
Mireia es psicóloga clínica desde hace 20 años y ve entre 15 y 20 pacientes semanales. En los últimos seis meses ha detectado algo que le perturba: la cantidad de motivos de consulta relacionados con las aplicaciones de citas.
Recuerda, por ejemplo, a una paciente cuyos problemas de sueño dependían de tener activa o no la aplicación. Y a personas que acudían con síntomas de ansiedad debido a la incertidumbre o la aflicción producida por el rechazo y el abandono.
(Le recomendamos: La historia de Ashley Madison en Netflix: el hackeo que filtró datos de 32 millones de s).
Para contestar a esto, primero hay que conocer los factores que subyacen en esas consultas de los s a los especialistas.
Efectos en el cerebro
El auge de estas apps es notable, aunque el estudio de sus efectos psicofisiológicos no se desarrolla a la misma velocidad. Desde la creación de la primera –Grindr, en 2009–, han surgido muchas otras con diferentes opciones y un objetivo común: conectar personas con un fin afectivo y sexual.
Poco después de la aparición del fenómeno, el profesor Elias Aboujaoude, de la Universidad de Stanford, ya afirmó que este tipo de herramientas podrían ser adictivas, ya que ofrecen a los s un subidón similar a una droga. Esto ocurre al recibir un like o un match, que es cuando dos personas se dan un like mutuamente.
(No deje de leer: El 80 % de las 'apps' de citas pueden compartir o vender la información personal de los s).
Los efectos psicológicos en la autoestima, el concepto de uno mismo o la identidad social tras un match resultan obvios. Sin embargo, el impacto en el cerebro no ha sido tan estudiado, o al menos no existe un modelo teórico claro. Eso sí, todo apunta al sistema de recompensa y la liberación de la dopamina y otras sustancias hormonales.
Dicho sistema es la zona cerebral vinculada con la sensación de bienestar y la responsable de que repitamos una conducta al margen de ser o no correspondida.
Además, se ha demostrado que no solo se activa cuando se genera el placer, sino también ante la mera expectativa de que el estímulo placentero llegará en algún momento. Esto se produce más intensamente con todo lo relacionado con el amor o la búsqueda de pareja romántica, por la implicación que tiene en la supervivencia.
¿Adicción a los ‘matchs’?
Por ejemplo, en Tinder se han registrado nada menos que 70.000 millones de matchs desde su creación. De hecho, la propia app tiene una opción para que los s descarguen sus estadísticas.
Sin embargo, es cierto que la frecuencia con que una persona hace match es relativa y se desconocen los factores implicados, tal y como comparten los propios s en foros. De lo que no hay duda es de que estamos ante una revolución mundial en torno a la búsqueda de pareja.
En 2019, la Organización de Consumidores y s (OCU) confirmó, por ejemplo, que uno de cada diez españoles usa aplicaciones de citas de forma habitual, y que uno de cada tres de esos s era adicto. Un informe más reciente, de 2024, arroja cifras similares: más de cuatro millones de personas utilizan estas herramientas digitales cada mes en ese país.
Según Statista, durante el año 2023 se registraron más de 2,5 millones de s colombianos en plataformas de citas incluidas Bumble (enfocada a mujeres) y Tinder.
(Lea también: Turista extranjero fue víctima de robo con escopolamina en Medellín: los detalles).
Teniendo en cuenta los datos, es lógico pensar en una posible adicción al match, más aún si este incide directamente sobre el sistema de recompensa cerebral. Por otro lado, se ha demostrado que la desinstalación de este tipo de aplicaciones puede generar en la persona un síndrome de abstinencia con sintomatología similar al “desenganche” de una sustancia concreta como la cocaína, por ejemplo.
Efectos del ‘unmatch’
Algunos estudios han demostrado que se asocia con un estado de decepción, tristeza y desesperanza en el que se ve dañada la autoestima y la imagen. La persona rechazada puede llegar a tener pensamientos intrusivos relacionados con el castigo y la culpa como: “normal que no le interese si no valgo para nada” o “¿qué hago mal para que me pasen todas estas cosas?”.
Varias investigaciones neurobiológicas sobre el rechazo y el abandono han encontrado una respuesta en el circuito cerebral de la tristeza, caracterizado por un descenso de la actividad cortical y la implicación sobre otros correlatos del sistema nervioso autónomo.
Una posible explicación apunta a que el repudio afectivo o sexual activa áreas cerebrales específicas como la zona ventrolateral de la corteza prefrontal y la ínsula, relacionadas con las experiencias de rechazo registradas en edades tempranas.
Otro posible escenario es que no haya respuesta, ni match ni unmatch. Aquí la protagonista es la ansiedad anticipada generada por la incertidumbre. Varios autores apuntan a esta como la más incapacitante porque no tiene un límite máximo y depende mucho de la exposición al estímulo.
En cuanto a los efectos psicológicos y conductuales de esta adicción, se pueden citar algunos relevantes: la revisión constante del móvil para constatar si hay novedades, la alimentación compulsiva y la falta de apetito ante una respuesta de rechazo o los problemas de sueño esperando a que llegue una respuesta. De hecho, son conductas similares a las que se registran en relaciones de pareja muy tóxicas o las ahora conocidas como breadcrumbing, apoyadas en el fenómeno psicológico del refuerzo intermitente.
El breadcrumbling es un término coloquial utilizado para referirse a aquellas personas que, a pesar de que no están interesadas en tener una relación, ilusionan a otra persona y la mantienen pendiente de una oportunidad.
(Además: Autoridades en Medellín recomiendan a turistas no usar 'apps' de citas en Semana Santa).
Salir de la adicción
Sin duda, la forma de relacionarnos ha cambiado y nuestro sistema nervioso ha de ir adaptándose. En ese punto, cuando ni siquiera las estrategias anteriores evitan que la salud mental se vea afectada, pedir ayuda psicológica puede ser la decisión que nos ponga a salvo de la adicción al match.
The Conversation (**)
(*) Profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia - Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social - Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal), Universidad Internacional de Valencia.
(**) Es una organización sin ánimo de lucro que busca compartir ideas y conocimientos académicos con el público. Este artículo es reproducido aquí bajo licencia de Creative Commons y tiene información adicional de EL TIEMPO.
Tinder, demandada por ‘crear adicción’
(En otros temas: El 70% de los hombres solteros está optando por buscar mujeres casadas, según encuesta).
Los demandantes acusan a la compañía de crear una aplicación adictiva de forma intencional desde el diseño, con la cual su algoritmo le da “beneficios” a quien use más la aplicación. En los argumentos señalan que las funciones de la aplicación “configuran un circuito perpetuo de pagar para jugar”, según recogió The Associated Press.
Los demandantes afirmaron que es una aplicación que trabaja con el cerebro igual que los juegos de azar, debido a que privilegian el lucro económico por encima de los sentimientos y el bienestar de los s, quienes parecen “tahúres enfrascados en una búsqueda de recompensas psicológicas que Match hace difíciles de alcanzar a propósito”. A su juicio, es reprochable la ética empresarial.
“El modelo de negocio de Match depende de la generación de beneficios a través de la monopolización de la atención, y Match Group ha garantizado su éxito en el mercado fomentando la adicción a las aplicaciones de citas, la cual impulsa las suscripciones caras y el uso perpetuo”, dijeron.
Match calificó la demanda colectiva de ridícula. Defendió que su objetivo es que las personas salgan sobre el modelo publicitario. “Cualquiera que diga algo más no entiende el propósito y la misión de toda nuestra industria”, dijo la empresa según The Washington Post.
Sin embargo, la empresa no ha sido la única tecnológica demandada por presuntamente generar daños a la salud mental de los s. Meta, TikTok, Snapchat entre otras redes sociales han tenido que responder ante la justicia y el Congreso de EE. UU. por supuestamente generarle adicciones y problemas de salud a los menores de edad.
La demanda contra Meta, casa matriz de Instagram y Facebook, fue presentada por varios estados federales de EE. UU. en octubre del 2023. “Meta se ha beneficiado del dolor de los menores al diseñar intencionalmente sus algortimos con características manipuladoras que convierten a los menores en adictos a sus plataformas, al tiempo que disminuyen su autoestima”, comentó sobre la demanda Letitia James, fiscal general de Nueva York y quien participa de este caso.
EL TIEMPO
Sigue toda la información de Salud en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Conforme a los criterios de



EL TIEMPO GOOGLE NEWS
Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

EL TIEMPO WHATSAPP
Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

EL TIEMPO APP
Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

SUSCRÍBETE AL DIGITAL
Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.