Hace unos años era común pensar que para conseguir un gran trabajo la única manera era estudiar una carrera profesional, pero por costos muchas personas no podían acceder a la educación superior.
De allí nacieron las instituciones de educación superior técnica, donde los periodos de estudios son más cortos, la vida laboral empieza más rápido, los costos son más bajos y, además, hay ciclos propedéuticos en los cuales los estudiantes pueden ir complementando sus estudios a medida de que su vida laboral lo va exigiendo.
En estas instituciones ofrecen programas técnicos (3 semestres), técnicos profesionales (4 semestres), entre otros. Pero, ¿en qué se diferencian estos dos en el campo laboral?
Iván Jaramillo, director del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, explica que mientras la educación técnica está orientada al desarrollo de habilidades básicas de primer ciclo de formación, la técnica profesional está orientada a la adquisición de competencias y habilidades que habilitan el ejercicio de actividades en el campo profesional.
Por otro lado Diana Aconcha, decana de la Escuela de Comunicaciones y Bellas Artes de la CUN, comenta que “su diferencia radica en que el técnico se enfoca en el hacer de sus funciones propias del cargo, mientras que el técnico profesional se fundamenta en el saber hacer según el contexto y las metodologías que se puedan implementar”.
“La mayoría de las empresas realizan contratación técnica sin importar el tipo de industria a la cual pertenezcan, por lo que tener un técnico profesional les garantiza contar con un perfil que cumple con las competencias propias del hacer y además con conocimientos para su labor”, añadió Aconcha.
Henry Joya, coordinador académico del SENA, indica por su parte que “las empresas solicitan técnicos para el hacer, es decir, operación y mantenimiento de equipos o maquinaria, con supervisión limitada; y técnicos profesionales para supervisión y áreas istrativas". "En cuanto a las áreas donde pueden trabajar estos perfiles normalmente son operativas, gestión, producción y istrativas”, afirmó.
Las diferencias salariales entre estos dos perfiles están sujetas a la propuesta del sector productivo, sin embargo, se debe resaltar que “en la medida en que se completa el ciclo profesional se estima una mayor remuneración en reconocimiento de las habilidades profesionales adquiridas”, según el experto de la Universidad del Rosario.
Oportunidades ante la pandemia
Este año, el Banco Mundial señaló que los programas de educación superior de ciclos cortos, como las carreras técnicas, pueden ser muy eficaces para impulsar el empleo y la recuperación económica en Latinoamérica y el Caribe, muy golpeada por la pandemia de covid-19.
Las tecnicaturas ofrecen salidas laborales relativamente rápidas y bien remuneradas. Por eso, pueden contribuir a generar el capital humano necesario para superar la crisis económica sin precedentes que provocó la pandemia de covid-19, señaló la institución para el desarrollo con sede en Washington.
"Los países de la región deben promover el potencial transformador de las carreras técnicas", señaló Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Esto se vuelve especialmente urgente ante la necesidad de inserción laboral de millones de personas empujadas a la pobreza por la pandemia, señaló Jaramillo en septiembre al presentar el informe 'La vía rápida hacia nuevas competencias: programas cortos de educación superior de América Latina y el Caribe'.
El reporte destacó ventajas de este tipo de formación superior. Los graduados de programas técnicos ganan en promedio regional hasta un 60 por ciento más que los graduados de escuela secundaria sin ninguna educación superior. Y ganan en el promedio regional un 25 por ciento más que quienes abandonan una carrera universitaria.
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EL TIEMPO
*Con información de Elempleo y AFP