Ni los vehículos eléctricos ni el cambio modal de transporte (ciudades pensadas para usar menos medios de transporte contaminantes) por sí mismos pueden disminuir suficientemente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector transporte en el mundo, incluso en los escenarios más optimistas, según un reciente estudio del Instituto para la Política de Transporte y Desarrollo (ITDP) y la Universidad de California, sede Davis.
Desde hace años se viene hablando de que si la humanidad no alcanza la meta de cero emisiones de carbono netas para el 2050, el cambio climático llegará a niveles catastróficos, según los científicos. En esa ecuación, el transporte urbano de pasajeros tiene una gran relevancia, pues es responsable de al menos una décima parte del total de las emisiones de GEI en el mundo.
Además, esa cifra va en aumento, pues se calcula que durante los próximos 30 años la población mundial crecerá y será más urbana. Lo que causará que se duplique la demanda mundial de viajes urbanos de pasajeros.
En ese sentido, dos estrategias son esenciales. La primera es el desarrollo de tecnologías de baterías, que está mejorando rápidamente, permitiendo a los vehículos eléctricos ser una opción cada vez más vital. La segunda, que muchas ciudades están reduciendo sus emisiones al cambiar el transporte en automóviles por transporte a pie, bicicleta o en transporte público. En una estrategia conocida como cambio modal.
El informe del ITDP y la Universidad Davis destaca que para cumplir con los términos del Acuerdo de París y evitar un cambio climático catastrófico debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte urbano de pasajeros en 53 gigatoneladas acumuladas durante el período de 2020 a 2050. Ello solo será posible si se combinan la electrificación de vehículos y el cambio modal.
El informe analiza cuatro escenarios. El primero, sin cambios en cómo se transportan las personas; el segundo, de alta electrificación de vehículos, donde se da una electrificación “agresiva” de vehículos públicos y privados; el tercero, de alto cambio modal, donde hay políticas que construyen ciudades compactas enfocadas en caminar, el uso de la bicicleta y de transporte público, y el último, uno en donde hay un escenario combinado de alta electrificación y alto cambio modal.
Entre estos, el escenario de alta electrificación por sí solo podría evitar 44 gigatoneladas acumuladas de GEI; el escenario de alto cambio modal por sí solo podría evitar 33 gigatoneladas.
La combinación de estos escenarios podría reducir las emisiones en 59 gigatoneladas acumuladas, “lo que lo convierte en el único escenario coherente con limitar el calentamiento global a menos de 1,5 ° C”, señalan.
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