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Noticia
La ecoansiedad, temor a la 'fatalidad medioambiental', ¿cómo hacerle frente a esta reacción que usted podría experimentar?
El término fue definido por la por la Asociación Americana de Psicología en 2017. Experto le detalló a EL TIEMPO los alcances.
¿Está preocupándose por lo que puede pasar con las generaciones futuras? Si se siente abrumado por las constantes noticias sobre lo que pueden traer los efectos del cambio climático o lo estresa lo apocalípticos que pueden resultar estos temas sobre las diversas crisis planetarias que enfrenta el mundo, usted podría estar experimentando ecoansiedad, un término que se ha impuesto con motivo de la realidad medioambiental, según autoridades y expertos en psicología.
Eso sí, no se trata de un “desorden mental, sino de una respuesta emocional y una forma de afrontar la crisis planetaria”, describe la ONG Acdi Voca, que emitió un concepto respecto al tema para aterrizarlo en el contexto de la Cumbre de las Partes de Biodiversidad de las Naciones Unidas, que se celebra por estos días en Cali.
La ecoansiedad, un término que se ha impuesto con motivo de la realidad medioambiental. Foto:Sergio Acero Yate. EL TIEMPO
Es un término que fue definido por la Asociación Americana de Psicología en 2017 como un “miedo crónico a la fatalidad medioambiental”. Según esta respuesta emocional, en usted puede surgir un temor por el incierto panorama de los años próximos debido a la contaminación, el alza de las temperaturas, la extinción de las especies, entre otros temas.
¿Cómo se manifiesta la ecoansiedad?
“Es un conjunto de opciones negativas que se desarrollan al darnos cuenta de la magnitud de los impactos presentes y futuros de la crisis ambiental. Tiene un fundamento en la situación actual del planeta y a partir de eso empiezan a presentarse una serie de emociones y reacciones fisiológicas que están asociados principalmente a ese temor”, puntualiza Streiker Díaz Marín, doctor en Psicología y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Andes, en charla con EL TIEMPO.
Hay una ansiedad que puede ayudarnos a mantenernos alertas y preparados
Se origina por síntomas físicos, como la falta de energía o ataques de pánico, deterioro cognitivo y bloqueo comportamental, según reseña Acdi Voca. A estos pueden sumarse los problemas de sueño, “pesadillas relacionadas con la crisis planetaria, sensación de aislamiento social, rumiación (pensamientos pasivos negativos y repetitivos)”.
Si bien la gama de manifestaciones es amplia, el psicólogo Díaz precisa que la principal es la preocupación por las generaciones futuras al preguntarse “¿qué va a pasar?”.
Díaz Marín aclara que la ansiedad “no es mala”. En contraste, podría emplearse como un instrumento para actuar en favor del medio ambiente: “Hay una ansiedad que puede ayudarnos a mantenernos alertas y preparados. Nos lleva a la acción. El ejemplo típico es cuando estamos frente algún peligro o riesgo físico, en ese caso nos movemos rápidamente para estar a salvo”.
Streiker Díaz Marín, doctor en Psicología, magíster en Psicodiagnóstico y Evaluación Psicológica y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Andes. Foto:Universidad de Los Andes
De hecho, ante el pánico, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) les ha insistido a los jóvenes que “no vamos hacia el fin del mundo”; sino que tenemos un “porvenir por delante”, para lo cual es necesario trabajar en acciones globales, como el cumplimiento del Acuerdo de París, un tratado internacional en el que los líderes mundiales se comprometieron a limitar el aumento promedio de la temperatura global a por debajo de 2 grados Celsius, mientras aspiraban a no ir más allá de 1.5 grados Celsius —por encima de los niveles preindustriales para 2100, por ejemplo—.
“Si logramos alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, podríamos decir que nuestro futuro es gris claro, es decir, aún veremos impactos negativos, pero si seguimos como hasta ahora, se alcanzarán los 2,8 grados, y los efectos serán mucho más negativos”, opinó Petteri Taalas, secretario general de la OMM, hace unos meses.
Cuando la ecoansiedad es mayor, el individuo podría tener un deterioro en la manera en la que actúa, según el experto. Foto:iStock
Como primera medida para evitar la ecoparálisis, el llamado del psicólogo consultado por EL TIEMPO es fortalecer la empatía y la compasión; una conexión emocional con las personas que están sufriendo por la crisis climática en sus territorios. Sumado a ello, enfatiza en la necesidad de trabajar en la autoeficacia, “la percepción de que somos capaces de actuar”, y las expectativas de resultado, es decir, pensar que todo lo que hagamos va a traer un efecto.
De acuerdo con un concepto emitido por Acdi Voca en el marco de la COP16, la ecoansiedad no solo se experimenta a través de síntomas emocionales sino que también se traduce en experiencias físicas. Por ejemplo, una persona puede llegar a sentir falta de energía o ataques de pánico, deterioro cognitivo y bloqueo comportamental. Incluso se han reportado alteraciones de sueño, pesadillas relacionadas con la crisis planetaria, sensación de aislamiento social, rumiación (pensamientos pasivos negativos y repetitivos), entre otros reportados en la literatura científica disponible sobre el tema.
Pero, si bien se trata de un campo incipiente en su estudio y no se cuenta con suficiente evidencia empírica para concluir su eficacia, ya hay algunas luces que dan los expertos respecto a lo que se puede hacer si se cree que se está atravesando por ansiedad. Por ejemplo, desde Acdi Voca señalan que hay investigaciones que “sugieren que los programas de intervención pueden promover estrategias para el manejo emocional y el fortalecimiento de la resiliencia, es decir la capacidad de lidiar, adaptarse y rebotar ante una adversidad”.
En este sentido, pueden resultar útiles técnicas como meditación, mindfulness, aumento en el involucramiento político y de acciones de mitigación climática, y el fortalecimiento de la agencia en jóvenes. “Se plantea el concepto de resiliencia transformacional, el cual se centra en el crecimiento postraumático, es decir, emplear el trauma para cambiar y reorientarse hacia la conexión social y el crecimiento espiritual. Dentro de la resiliencia está implícito el abordaje de las relaciones inter-especie y de la importancia de la salud ambiental para promover una salud mental”, indican desde investigaciones citadas en el concepto emitido por Acdi Voca.
Algunas herramientas adicionales que se encuentran cuando se habla de ecoansiedad son hablar de las emociones, promover reevaluación de la situación de forma positiva, discutir sobre futuros sostenibles y cultivar confianza en uno mismo y los demás.
El término de ecoansiedad se introdujo por la Asociación Americana de Psicología en 2017. Foto:iStock
Es reconocer que no soy el único que está sintiendo eso. Así, empiezo a mantener la atención en la solución
Para el psicólogo Díaz, más que ser conscientes de los desafíos ambientales del planeta, para Díaz es “urgente orientar todo a la acción” con el fin de hacer frente a esta: “Es reconocer que no soy el único que está sintiendo eso. Así, empiezo a mantener la atención en la solución. Cuando nos vinculamos, ya sea con grupos de protección o acción climática o emprendemos comportamientos a favor del medio ambiente, ese actuar nos ayuda a estar menos aterrorizados y más seguros de que podemos construir un mundo mejor”.
Además de las recomendaciones relacionadas con cómo actuar a nivel personal frente a la ecoansiedad, desde Acdi Voca también aconsejan sensibilizar y educar al cuerpo médico para atender niños que puedan presentar ansiedad, estrés postraumático y otras respuestas psicológicas frente a cambio climático.
Respecto a qué pueden hacer los padres de familia ante este tipo de situaciones, se les recomienda equiparse con el apoyo, información y recursos adecuados que les permita facilitar una comunicación efectiva y un compromiso con el cambio climático a nivel familiar.
También aconsejan darles la oportunidad a jóvenes de conectar con otros y empleando estrategias y acciones colectivas centradas en mitigación, desarrollar el currículo de colegios en temas de cambio climático y desarrollar sistemas comunitarios de apoyo, entrenamiento anticipatorio a las problemáticas que van a llegar por el cambio climático y apoyo y entrenamiento a profesores en el tema.
Desde Acdi Voca también plantean la necesidad de tener cifras más claras en el tema. Por ejemplo, afirman que en Bogotá aún no hay registros sobre índices de ecoansiedad.
Más que ser conscientes de los desafíos ambientales del planeta, para Díaz es “urgente orientar todo a la acción” con el fin de hacer frente a la ecoansiedad. Foto:Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO
“No obstante, un estudio de salud mental en Bogotá del 2023 presentó que 10,9 por ciento de los participantes han sido diagnosticados alguna vez en su vida con Depresión y 9,75 por ciento han recibido un diagnóstico de Ansiedad generalizada (UNODOC y Secretaría Distrital de Salud, 2023). A pesar de que estos diagnósticos no presentan una correlación directa con la ecoansiedad, comparten algunos síntomas emocionales y comportamentales que podría ser pertinente evaluar próximamente. Por tanto, se identifica la importancia del trabajo de prevención en salud mental con población joven y la necesidad de apoyar la investigación, política y gestión entorno a la relación entre salud mental, el bienestar, la conexión con la naturaleza y el cambio climático”, precisan.