Sarita Cervantes, una mujer de 30 años de Arizona, Estados Unidos, vivió un evento inesperado y casi milagroso después de tener un trágico accidente en la cocina. Mientras ella estaba friendo pollo para una cena familiar, resbaló en la grasa caliente, y la manteca que estaba en el sartén quemó el 50% de su cuerpo. Incluso, su esposo, Manuel Cervantes, de 32 años, también sufrió quemaduras mientras intentaba auxiliarla.
En ese momento, Sarita fue trasladada de urgencia a una unidad de quemados y puesta en coma inducido debido a la gravedad de sus heridas. Sorprendentemente, los médicos descubrieron que estaba embarazada de 13 semanas, una noticia que trajo pocas esperanzas a la familia, pues habían pocas probabilidades de que ella y el bebé siguieran con vida. Sin embargo, ambos desafiaron todas las probabilidades y sobrevivieron.
Sarita le contó al diario 'The Sun' que el 15 de enero de 2023 estaba cocinando una cena familiar cuando ocurrió el desastre. Mientras freía pollo, unas gotas de grasa cayeron al suelo de la cocina, haciendo que resbalara y derramara la sartén de manteca caliente sobre sí misma.
En cuestión de segundos, Sarita sufrió quemaduras graves en sus brazos, piernas, cara, orejas, cuero cabelludo, senos y estómago. Su esposo también se quemó al intentar rescatarla, sufriendo heridas en la rodilla, barbilla y pies.
Sarita sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo. Foto:iStock
Cuando la trasladaron a la unidad especializada en quemados, los médicos al evaluar sus heridas decidieron inducirla a un coma. Durante este tiempo, los doctores se llevaron la sorpresa de que Sarita estaba embarazada de 13 semanas.
"Cuando me dijeron que estaba embarazada, no podía creerlo. Pensé que no sobreviviríamos ni yo ni el bebé", le comentó Manuel, que estaba en recuperación en una unidad diferente del hospital, al mismo medio.
Un milagro inesperado
Contra todas las probabilidades, Sarita despertó del coma en febrero de 2023. Al abrir los ojos, vio a Manuel acostado en una cama de hospital junto a la suya, y ambos agradecieron por haber sobrevivido. Sin embargo, la noticia de su embarazo fue un shock para Sarita, quien había perdido la esperanza de tener más hijos después de 15 abortos espontáneos causados por el síndrome de ovario poliquístico y endometriosis.
"En un momento estaba cocinando una cena familiar, y al siguiente, desperté del coma y descubrí que estaba embarazada. Fue un milagro inesperado", comentó Sarita en el mismo medio.
Su embarazo fue monitoreado de cerca debido a sus complicaciones médicas y las múltiples cirugías a las que tuvo que someterse Foto:Istock
Durante los nueve meses, su embarazo fue monitoreado de cerca debido a sus complicaciones médicas y las múltiples cirugías a las que tuvo que someterse, un total de 27, para tratar sus quemaduras. En un momento, los médicos incluso consideraron la posibilidad de amputarle el brazo.
"Cada ultrasonido era una mezcla de esperanza y miedo. Pero cada vez que escuchaba los latidos del corazón del bebé, sentía un alivio indescriptible", explicó Sarita.
A los ocho meses de embarazo, Sarita fue reitida en el hospital debido a complicaciones severas. Para salvar su vida y la de su bebé, los médicos decidieron realizar una cesárea de emergencia, aunque era cinco semanas antes de la fecha prevista, en julio de 2023, Sarita dio a luz a Ernesto.
"Ver su carita después de todo lo que habíamos pasado juntos fue increíble. Sabía que habíamos encontrado oro", recordó Sarita.
Ernesto pasó un tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales debido a su estado, pero pronto demostró ser un luchador. Finalmente, Sarita y Manuel pudieron llevar a su hijo sano a casa.
En julio de 2023, Sarita dio a luz a Ernesto. Foto:istock
Recuperarse de las quemaduras y adaptarse a la vida con un recién nacido fue un desafío monumental para Sarita. "Tuvimos que volver a aprender a ser padres. No podía cepillar el pelo de mis hijos mayores ni cambiarles los pañales. Incluso necesitaba ayuda para cortar mi propia comida", recordó Sarita.
Mientras, Manuel también estaba en proceso de recuperación y usó un andador por un tiempo debido a sus propias heridas. A pesar de las dificultades, la familia se apoyó mutuamente y encontró fuerza en su amor y resiliencia.
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