En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
En Bogotá, 37 de cada 100 egresados del sistema educativo no acceden a ninguna opción de formación posmedia
está condicionado por aspectos como la educación de los padres, el territorio, el colegio y el género.
Cada año se gradúan aproximadamente 450 mil universitarios en Colombia. Foto: iStock
Un reciente análisis de la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología (Atenea) revela que, si bien Bogotá supera el promedio nacional en la tasa de tránsito inmediato a la educación posmedia, aún persisten desafíos importantes en la continuidad educativa tras la finalización del bachillerato.
Este indicador, clave para evaluar las trayectorias educativas, mide la proporción de jóvenes que se matriculan en programas de educación superior o en formación para el trabajo durante el año siguiente a su graduación. Las cifras muestran que 37 de cada 100 egresados del sistema educativo distrital no acceden a ninguna opción de formación posmedia. En términos absolutos, de los 72.000 estudiantes que se gradúan anualmente en Bogotá, solo unos 45.000 continúan con su formación, mayoritariamente en instituciones privadas (60%). Los 26.000 restantes quedan fuera del sistema educativo, evidenciando las persistentes brechas que enfrentan ciertos grupos poblacionales para avanzar en su educación.
De los 45.000 bachilleres bogotanos que continuaron su formación en 2023, 37.000 se matricularon en programas de educación superior, mientras que 4.000 optaron por programas auxiliares, operarios y técnicos del Sena, y otros 4.000 ingresaron a programas técnicos laborales en educación para el trabajo. Esta distribución se ha mantenido en los últimos años, con una marcada concentración en la educación superior.
Víctor Saavedra, director de Atenea. Foto:Milton Díaz / EL TIEMPO
Según datos de la Agencia Atenea, los programas universitarios han representado entre el 46 y el 56 por ciento del total de estudiantes que hacen tránsito inmediato, seguidos por los tecnológicos, con una participación de entre el 23 y el 30 por ciento, y los técnicos profesionales, con cifras del 4 al 6 por ciento. En el caso de la educación para el trabajo, los programas técnicos laborales son los de mayor participación, con una variación que ha ido del 8 al 22 por ciento en los últimos años.
¿Qué incide?
Pruebas Saber. Foto:Icfes
Los resultados obtenidos en las pruebas Saber 11 tienen un impacto decisivo en la probabilidad de que los jóvenes accedan a la educación superior en Colombia. Mientras mayor puntaje, mayor posibilidad de continuar estudios académicos; cuanto menor puntaje, aumenta la probabilidad de ingresar a programas de formación técnica laboral o, incluso, de quedar por fuera del sistema educativo.
Según los cálculos de Atenea, solo el 44 por ciento de los jóvenes que se ubican en el 20 por ciento con peor desempeño en estas pruebas logran ingresar a la educación superior al año siguiente. En contraste, el 75 por ciento de los jóvenes que pertenecen al 20 por ciento con mejor puntaje hacen la transición hacia programas universitarios o tecnológicos. Esta diferencia representa una brecha de 30 puntos porcentuales.
Estudiantes de la Universidad Javeriana Bogotá. Foto:Universidad Javeriana Bogotá
El nivel socioeconómico también influye considerablemente en el a la educación posmedia. Datos de 2023 muestran que la tasa de tránsito inmediato de los bachilleres en condición de pobreza extrema (clasificados en el Sisbén A) fue del 57,49 por ciento, mientras que entre los jóvenes no pobres ni vulnerables (Sisbén D) alcanzó el 70,07 por ciento. Aunque la diferencia sigue siendo significativa, las brechas se han reducido en los últimos años. En 2016, la diferencia era de 30 puntos porcentuales; hoy es de 20.
El nivel educativo de los padres también incide en las oportunidades de los jóvenes. Los bachilleres cuyos padres cuentan con estudios de posgrado presentan tasas de tránsito inmediato que oscilan entre el 73 y el 82 por ciento. Aquellos cuyos padres alcanzaron educación universitaria, técnica o tecnológica se ubican entre el 64 y el 75 por ciento. Por el contrario, los jóvenes con padres que solo cursaron la educación media o niveles inferiores presentan tasas entre el 17 y el 67 por ciento. Las tasas más bajas históricamente corresponden a quienes tienen padres que no culminaron ningún nivel de educación formal (entre 42 y 48 por ciento).
Residencia y género
Jóvenes a la E, una iniciativa del Distrito para el a la educación superior. Foto:Atenea.
Existen marcadas diferencias territoriales en el a la educación superior. Localidades como Suba, Usaquén, Teusaquillo, Los Mártires y La Candelaria registran tasas de tránsito a programas universitarios, tecnológicos o técnicos profesionales superiores al 55 por ciento. En contraste, localidades del sur de Bogotá, como Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Usme, no superan el 48 por ciento. Este patrón se revierte al analizar la educación para el trabajo, con mayor presencia en las zonas del sur.
El tipo de institución educativa también incide en las oportunidades de a la educación superior. Entre 2016 y 2023, los egresados de colegios privados han tenido, en promedio, una mayor tasa de tránsito inmediato en comparación con la de los egresados de colegios oficiales. La única excepción fue en 2019, cuando los colegios oficiales superaron a los privados (63,32 frente a 58,29 por ciento). En los últimos tres años, la brecha se ha reducido ligeramente, pasando de 12 a 11 puntos porcentuales.
En términos de género, las mujeres han mostrado una mayor tasa de ingreso a la educación posmedia que los hombres. No obstante, la diferencia ha sido leve y tiende a disminuir. La mayor brecha se presentó en 2021 con 3 puntos porcentuales, mientras que en 2023 fue de apenas 0,58.
Entre 2016 y 2023, el 75 por ciento de los jóvenes que ingresaron a la educación posmedia en Bogotá se concentraron en diez áreas, destacando Educación comercial y istración (20 por ciento) e Ingeniería (15 por ciento). En 2023, más de 10.000 bachilleres ingresaron a 20 programas ofrecidos por instituciones privadas, siendo los más demandados Derecho, Ingeniería de Sistemas y Psicología.
Sin embargo, el 31 por ciento de los programas presentan una tasa interna de retorno negativa, afectando al 27 por ciento de los estudiantes. Esto refleja una falta de información para elegir carreras con mejor proyección laboral y una desconexión entre formación y necesidades del mercado, en un contexto donde el desempleo juvenil es del 16,1 por ciento.
Contrarrestando esta situación, universidades como La Javeriana o Los Andes han creado novedosos programas y cursos técnicos para responder a la demanda y brindar oportunidades más inclusivas y el Distrito ha promovido a más becas. No obstante, estos hallazgos evidencian que el a la educación superior en Colombia sigue condicionado por múltiples factores estructurales, entre ellos el desempeño académico, el entorno socioeconómico, la educación de los padres, el territorio, el tipo de colegio y el género.