El debate sobre el futuro ambiental y urbanístico de la Sabana de Bogotá se intensifica tras la decisión del Ministerio de Ambiente de abrir una consulta pública para definir los lineamientos del ordenamiento ambiental del territorio.
Esta iniciativa ha generado una fuerte reacción por parte de concejales y del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien respondió a las críticas de la exministra Susana Muhamad sobre la falta de avances en la protección de la región.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible anunció el inicio de una consulta pública para definir el ordenamiento ambiental del territorio en la Sabana de Bogotá, con el objetivo de proteger los ecosistemas estratégicos y garantizar un desarrollo sostenible en la región.
Aunque la medida busca recoger opiniones de expertos, ciudadanos y sectores interesados en el futuro de este importante territorio, esta no fue consultada con los alcaldes de los más de 30 municipios que se verían afectados por esta iniciativa.
Cabe resaltar que el proceso de ordenamiento ambiental de la Sabana ha sido una de las prioridades del Gobierno Nacional, debido a la creciente presión urbanística y la afectación de ecosistemas claves como los humedales que rodean la capital y la Reserva Thomas van der Hammen.
De hecho, sobre esta última, en horas de la mañana de este martes 4 de marzo, habitantes del sector de la vía Suba-Cota salieron a manifestar a la altura de la avenida Corpas solicitando la ampliación de este corredor debido a la crisis de movilidad que enfrenta.
Ante esta situación, desde el Distrito y el Instituto de Desarrollo Urbano se anunció que los estudios para la ampliación de la vía Suba-Cota tienen un avance del 92 por ciento, y que los recursos para la obra ya han sido asegurados a través del cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo de Bogotá.
Pero con este anuncio de MinAmbiente, esta obra se puede ver totalmente afectada, así como la ampliación de la autopista norte y de la carrera séptima, la prolongación de la avenida Boyacá, el ferrocarril de la Sabana, el cable aéreo de La Calera, Regiotram del norte y del occidente, Chingaza II, entre otros, según le explicó a este medio el concejal por el Centro Democrático, Daniel Briceño.
Según el ministerio, el propósito es establecer límites claros al crecimiento desordenado y garantizar que el desarrollo económico y urbano se realice bajo estrictos criterios de sostenibilidad. Entre los puntos clave de la consulta pública se encuentran:
- La delimitación de áreas de conservación y corredores ecológicos.
- La planificación de proyectos urbanos con criterios ambientales.
- La regulación del uso del suelo en municipios aledaños a Bogotá.
- La articulación de políticas entre el Gobierno Nacional, la Alcaldía de Bogotá y las autoridades ambientales.
La respuesta del alcalde Galán
La consulta pública fue anunciada en medio de críticas de la exministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien aseguró que la istración de Carlos Fernando Galán no ha avanzado en la protección de la Reserva Van der Hammen y en la aplicación de políticas ambientales en la capital.
Ante estas declaraciones, el alcalde Galán respondió y desmintió las acusaciones, asegurando que su gobierno sí ha trabajado en la protección de la reserva y en la implementación de políticas de conservación en la Sabana de Bogotá.
“No es cierto que la ciudad no esté protegiendo su estructura ecológica principal. Desde el inicio de nuestra istración, hemos tomado medidas para garantizar la sostenibilidad ambiental de la región”, afirmó Galán.
El mandatario distrital también destacó que la Alcaldía de Bogotá ha trabajado de la mano con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Secretaría de Ambiente para estructurar un modelo de expansión urbana que respete los ecosistemas estratégicos de la región. Además, enfatizó que cualquier decisión sobre el ordenamiento de la Sabana debe ser tomada en conjunto con la ciudadanía y los gobiernos locales.
El ordenamiento de la Sabana de Bogotá ha sido un tema de controversia durante años. Mientras algunos sectores defienden la necesidad de regular estrictamente el crecimiento urbano para evitar la pérdida de ecosistemas estratégicos, otros argumentan que Bogotá y los municipios aledaños requieren mayor infraestructura y vivienda para responder a la creciente demanda poblacional.
Uno de los puntos más polémicos ha sido la Reserva Van der Hammen, un corredor ecológico clave para la conectividad de los ecosistemas de la región. Durante la istración de Susana Muhamad en el Ministerio de Ambiente, se promovieron medidas para su conservación y restauración, mientras que en años anteriores hubo intentos de reducir su extensión para proyectos urbanos.
Desde la istración de Galán han reiterado su compromiso con la protección ambiental, pero también han insistido en la necesidad de encontrar un equilibrio entre la conservación y el desarrollo urbano. “No podemos pensar que el desarrollo de Bogotá se puede hacer sin planificación, pero tampoco podemos frenar el crecimiento de la ciudad sin alternativas viables para la población”, afirmó el alcalde.
¿Qué sigue en el proceso de ordenamiento ambiental?
El Ministerio de Ambiente ha invitado a todos los sectores interesados a participar en la consulta pública, con el fin de construir un plan de ordenamiento territorial que responda a las necesidades ambientales y urbanísticas de la región. Se espera que, tras la recolección de aportes, se establezca un marco normativo que guíe el desarrollo de la Sabana en los próximos años.
Aunque esto está abierto al público y dentro del documento se establece el trabajo articulado entre la Nación, las gobernaciones de Cundinamarca y Meta y las alcaldías locales, esto nunca fue consultado con dichas entidades, y para el concejal del Centro Democrático esto vulnera la autonomía de Bogotá y sus municipios aledaños.
¿Qué va a pasar con las grandes obras de Bogotá?
Si esta resolución se lleva a cabo, más de diez obras que están en ejecución o en estudio se verían afectadas, ya que no se les darían las licencias ambientales necesarias para realizarlas.
“Por ejemplo, el esfuerzo que se hizo desde el Concejo de Bogotá de conseguirle 1 billón de pesos para realizar la ampliación de la vía Suba-Cota en el sector de la Reserva Thomas van der Hammen se podría ver paralizado porque, aunque dentro del proyecto está incluida la compensación ambiental, esta resolución no lo permitiría”, explicó Briceño a EL TIEMPO.
Según el concejal, esta es la situación que vivirían las demás obras, pues en su gran mayoría, debido al tipo de proyecto, cuentan con una compensación ambiental que no sería aceptada por el ministerio de Ambiente debido a esta iniciativa.
“Esta es una visión cerrada, pues no hay ninguna alternativa para poder llevar a cabo dichas obras, aunque estas cuenten con un plan ambiental. Por ejemplo, la ampliación de la autopista norte, en la que se debe elevar la avenida para que los humedales de Torca y Guaymaral vuelvan a conectarse, como sucedía naturalmente, no se podrá realizar”, agregó Briceño.
Por otro lado, si luego del 14 de marzose oficializa la resolución, según le explicó Daniel Briceño a este medio, el Concejo de Bogotá demandará esta iniciativa ante el Consejo de Estado.
“No creo que, desde el ministerio de Ambiente, políticamente como están viendo las cosas, se vayan a bajar del bus. Ya publicaron el proyecto y lo que se ha visto antes en estas situaciones es que no cambian de opinión, así que esto nos llevaría a ir al Consejo de Estado a buscar una suspensión provisional”, añadió.
Por último, mientras tanto, el debate entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Bogotá sigue abierto, y la ciudadanía juega un papel clave en la construcción de una visión compartida sobre el futuro de la Sabana. La participación en esta consulta pública será determinante para definir si Bogotá y su región aledaña logran o no llevar a cabo las diferentes obras y planes de desarrollo urbano.
Laura Valeria López Guzmán
En X: @Lauravaleriolo
Redacción Bogotá
EL TIEMPO