La firma global de abogados Baker McKenzie anunció el nombramiento de María Angélica Burgos y Sebastián Quintero como nuevos socios del equipo de resolución de conflictos en su oficina de Bogotá, una decisión con la que busca consolidar aún más su liderazgo en el mercado local de servicios legales especializados en litigios y arbitraje.
Estos movimientos no solo consolidan el posicionamiento de la firma en el país, sino que también refuerzan su estrategia regional.
Ambos profesionales aportan una trayectoria destacada en el ámbito jurídico, con experiencia nacional e internacional en la solución de controversias. Burgos regresa a la firma tras liderar su propia práctica legal, Burgos Dispute Resolution, que fundó con el propósito de ofrecer una asesoría especializada en resolución de disputas complejas.
Por su parte, Quintero ha desarrollado una exitosa carrera dentro de la organización durante más de 14 años.
“Trabajé en Baker McKenzie por cuatro años y la firma fue clave en una etapa muy importante para mi crecimiento y desempeño profesional”, afirma María Angélica Burgos. “Liderar este equipo local de una firma global, con profesionales tan talentosos, es una oportunidad muy especial que me animó a regresar”.
Con su retorno, María Angélica Burgos aportará al equipo de resolución de conflictos de Baker McKenzie su experiencia de más de 17 años en arbitraje internacional y en la resolución de disputas de gran envergadura, una trayectoria en la que ha participado en controversias en materia de fusiones y adquisiciones, en el sector infraestructura, así como en temas de ventas y distribución internacional.
Además, se ha desempeñado como árbitro y abogada en litigios nacionales e internacionales, situación a la que considera una ventaja para su desempeño en la firma y de cara a los clientes.
“Haber participado en ambos roles me da una visión muy interesante de la solución de controversias y me permite entender, de manera más amplia, este tipo de procedimientos”, explica.
Por su parte, Sebastián Quintero define el ascenso dentro de Baker McKenzie como “el reconocimiento a una exitosa carrera dentro de la compañía, y al papel destacado que he tenido en la construcción y consolidación del equipo de resolución de disputas desde sus inicios”.
Quintero ha sido una figura clave en la representación de compañías multinacionales en disputas contractuales del sector infraestructura y las telecomunicaciones que, en muchos casos, involucran a inversionistas extranjeros y tienen un carácter transnacional.
Su práctica combina solidez técnica, conocimiento profundo del contexto local y una visión jurídica sofisticada de alcance internacional. “Mi promoción responde, además, a la visión de continuar consolidando un equipo de resolución de disputas líder en el mercado colombiano, con profesionales de primer nivel, y con la experiencia y conocimiento necesarios para atender disputas de la mayor complejidad", sostiene el abogado.
Con respecto al diferencial que ofrece Baker McKenzie en el sector, ambos socios coinciden en destacar la integración real con la estructura global con que cuenta la firma.
“En un contexto en el que es son cada vez más comunes las disputas transnacionales, tenemos la posibilidad de poner al servicio de nuestros clientes el conocimiento especializado de una red de abogados de más de 70 oficinas de Baker en todo el mundo, y lo hacemos operando como una sola firma, una sola oficina, con un único punto de o, lo que nos permite prestar servicios legales no solo de la más alta calidad, sino también que mejor se ajusten a las necesidad y preferencias de los clientes. Además, contamos con herramientas tecnológicas legales de punta”, dice Quintero.
Práctica con visión global y fuerte presencia local
Los dos nuevos socios afirman que el panorama actual para litigios comerciales y arbitraje en Colombia presenta importantes retos estructurales. “La justicia colombiana aún debe mejorar en tiempos de respuesta y calidad de algunas de sus decisiones. Por eso, es clave la preparación estratégica de las disputas en términos, por ejemplo, de utilización de mecanismos alternativos de resolución de conflictos”, señala Quintero.
El abogado destaca también la necesidad de consolidar a Colombia como una jurisdicción amigable con el arbitraje internacional, lo cual requiere, entre otras cosas, que los jueces se mantengan actualizados en las diferentes tendencias del arbitraje internacional, y apliquen los principios propios de ese mecanismo de resolución de conflictos, por ejemplo, al momento de resolver recursos de anulación o resolver solicitudes de reconocimiento de laudos internacionales”.
En cuanto a la preparación para litigar en disputas transfronterizas, la experiencia global de Baker McKenzie resulta ser una ventaja determinante.
“Nuestra firma opera como una sola. Podemos vincular a los casos a abogados en otras jurisdicciones con la experiencia precisa para atender el caso en cuestión”, explica María Angélica Burgos.
“Queremos continuar destacándonos como un equipo excelente, que presta servicios legales de la más alta calidad desde el mercado local y con el respaldo de una firma completamente global”, manifiesta la nueva socia.
Un equipo reforzado y en crecimiento
La inversión en talento jurídico de excelencia, como el que representan María Angélica Burgos y Sebastián Quintero, responde a la creciente demanda de asesoría legal especializada en un entorno global cada vez más interconectado y con mayores retos en materia de arbitraje internacional, litigios corporativos y disputas contractuales de gran escala.
“Estos nombramientos fortalecen nuestro equipo de primer nivel y reflejan nuestra continua inversión en las capacidades de resolución de conflictos”, destaca Luis Dates, presidente del grupo de práctica de Resolución de Conflictos en América Latina. “Con el regreso de María Angélica y la promoción de Sebastián estamos en una posición sólida para seguirles ofreciendo a nuestros clientes en Colombia y en toda la región servicios legales excepcionales y soluciones innovadoras”, agrega.
Desde la dirección local, Alejandro Mesa, socio director de la oficina de Bogotá, expresa su satisfacción con los recientes anuncios: “Nos entusiasma recibir nuevamente a María Angélica Burgos en nuestro equipo y celebrar el merecido ascenso de Sebastián Quintero. Su experiencia combinada, compromiso y visión global fortalecerán significativamente nuestra capacidad para asesorar a los clientes en asuntos complejos, muchas veces de alcance transfronterizo”.
Con estos nuevos liderazgos, la firma se prepara para afrontar los desafíos del futuro con una visión clara: ser el aliado estratégico de sus clientes en la resolución efectiva de conflictos legales, sin importar su complejidad o jurisdicción.
La combinación de experiencia, liderazgo y visión estratégica le permite a Baker McKenzie ofrecer respuestas jurídicas innovadoras y personalizadas, alineadas con los desafíos que enfrentan sus clientes en diversas industrias y sectores económicos.
Expansión en beneficio de los clientes
Además, la apuesta de la firma por fortalecer su presencia en Colombia se inscribe en un momento clave para la Región Andina, caracterizado por un incremento en las operaciones de inversión extranjera, el dinamismo del mercado de infraestructura y el surgimiento de controversias complejas con implicaciones transfronterizas.
En este escenario, disponer de un equipo de resolución de conflictos robusto y con experiencia probada es esencial para anticipar riesgos legales, resolver disputas de manera eficiente y salvaguardar los intereses de los clientes.
Y con el propósito de alcanzar tal cometido, tanto María Angélica Burgos como Sebastián Quintero llegan a Baker McKenzie para entregarle al equipo, además de su bagaje profesional, sus capacidades personales.
María Angélica Burgos le aporta al equipo su experiencia en arbitraje internacional y un enfoque orientado al servicio. La socia destaca que “la dedicación, la excelencia y la disponibilidad para los clientes son valores fundamentales en mi trabajo y en el equipo al que me uno”.
A su vez, Sebastián Quintero resalta su profundo conocimiento de la jurisdicción colombiana y su capacidad para construir relaciones de largo plazo con los clientes. “Me gusta facilitarles la vida en un entorno cada vez más desafiante, con una vocación de servicio que va más allá de los aspectos técnicos, sino que trasciende a un conocimiento del negocio de nuestros clientes y de sus intereses en la disputa correspondiente”, manifiesta.
Estos movimientos tienen lugar en un contexto en el que la práctica de resolución de conflictos de Baker McKenzie se sigue posicionando como una de las más sólidas y reconocidas del mundo. Con más de 1.000 abogados distribuidos en más de 70 oficinas, la firma combina un enfoque global con un profundo conocimiento local.
Esa visión ha sido clave para consolidar su presencia en los principales rankings del sector, en los que ha sido destacada por su capacidad para gestionar disputas complejas y casos con potencial de sentar precedentes en múltiples jurisdicciones.
El fortalecimiento de la práctica de resolución de conflictos en Colombia es, por tanto, una manifestación concreta del compromiso de Baker McKenzie con la excelencia jurídica, el crecimiento sostenible de sus equipos y la entrega de valor diferencial en todos los niveles del servicio legal.