Cuando todo empieza a volver a la normalidad, después de vacaciones, retomar ciertos hábitos parece complicado para algunas personas. Los colombianos se preparan para retornar a sus rutinas laborales y académicas, lo que podría suponer un reto para el estado físico y mental de muchos individuos.
El estrés ante los cambios de horarios, el aumento de tareas y el cambio de estilo de vida, se ve reflejado en malestares físicos y psicológicos y pueden provocar ansiedad, depresión, falta de interés, entre otros.
Para asimilar de una mejor manera el proceso de adaptación a la rutina laboral y evitar afectaciones en la salud física y mental, Lina Villegas, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad El Bosque y magíster en psicología clínica, comparte algunas recomendaciones, que pueden contribuir al bienestar individual al retomar labores cotidianas.
“Poner en práctica estas recomendaciones permitirá retomar las rutinas con la mejor actitud, bien sean en la presencialidad o en alternancia. Es importante monitorear los malestares que se puedan presentar, ya que si los síntomas perduran por más de tres semanas es recomendable buscar ayuda profesional”, menciona Villegas.
Estas son las recomendaciones que, según la experta, podrían ayudar a incorporar nuevas rutinas para iniciar el año:
• Planificar el regreso. Se recomienda no regresar de las vacaciones el día anterior a la incorporación a las labores. Es aconsejable, volver dos días antes para poner todo en orden, adaptarse de vuelta a la rutina y mentalizarse para retomar la jornada laboral.
• Organización. Al volver debe dedicar algunos minutos para organizarse, analizar qué trabajos hay pendientes y realizar una lista de prioridades. Retomar de golpe e intentar abarcar todo el primer día puede desencadenar que aparezcan los primeros síntomas de estrés.
• Dejar el trabajo en la oficina. Para dividir los tiempos laborales y familiares es importante respetar los horarios de trabajo y no llevar pendientes a los horarios personales o familiares.
• Reordenar la vida fuera del trabajo. Las personas deben ajustar sus hábitos: retomar un horario de sueño acorde a la jornada laboral, mantener buenos hábitos alimenticios y reducir la ingesta de alcohol y de cafeína (su consumo incrementa las manifestaciones del estrés).
• Practicar deporte. Los beneficios de realizar actividades físicas también están vinculados con este síndrome, ya que las personas que realizan deporte muestran un mayor bienestar en general y este les ayuda a liberar el estrés que se acumula en el día a día.
Empezar a incorporar hábitos a la rutina de manera paulatina puede ser la clave para volver a tener un ritmo de vida sano. Según expertos, las rutinas aportan coherencia y dan sentido a la vida. Crear rutinas, no solamente favorece la salud mental, sino que también puede contribuir a mejorar el sueño y a revertir hábitos poco saludables.
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