En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
‘Congelar mis óvulos supuso la vida y esperanza más allá del cáncer’
Una joven diagnosticada con esta enfermedad decide congelar sus óvulos para ser madre a futuro.
La mujer pidió en la tutela que se le realizara el procedimiento de fecundación in vitro. Foto: Mariana González / EFE
“Un día antes de cumplir 21 años me enteré de que padecía cáncer de ovario. Lo primero que me preguntó mi ginecólogo fue si yo quería ser madre y, como siempre soñé con tener hijos en el futuro, empezamos con un proceso arduo pero maravilloso con el que logré congelar once de mis óvulos", relata Lina Quiroga, una joven que sobrevivió al diagnóstico de esta enfermedad sigilosa y letal que cada año afecta a miles de mujeres en Colombia y en el mundo.
De hecho, la mayoría de quienes reciben este diagnóstico deben recurrir a técnicas de criopreservación de óvulos y reproducción asistida luego del tratamiento. Es de anotar que esta enfermedad es considerada uno de los cánceres ginecológicos más letales del mundo y es la quinta causa más común de muerte por cáncer en las mujeres, según cifras de la Sociedad Americana contra el Cáncer.
El tratamiento del cáncer de ovario generalmente conduce a la extirpación de ambos ovarios y otros órganos reproductivos, como las trompas de Falopio y el útero. Los ovarios almacenan los óvulos de una mujer y el daño de estos órganos puede disminuir la reserva ovárica. Cabe mencionar que las mujeres nacen con todos los óvulos que tendrán a lo largo de su vida, de ahí que una vez que estos se pierden, no se pueden reemplazar.
La evidencia muestra que la quimioterapia y radioterapia también afectan la fertilidad de la mujer de forma temporal o permanente, por lo que congelar los óvulos en caso de recibir una valoración como cáncer lleva a contemplar esta opción como una de las más viables, como en el caso de Lina Quiroga. “No sabía que existían los bancos para congelar óvulos. Cuando me lo explicaron, toda la información era muy difícil de procesar. Al final del tratamiento logré conservar mi ovario derecho, pero en ese momento la opción de preservar mis óvulos parecía ser la más acertada porque a mí siempre me decían que, de todas formas, las quimioterapia iba a afectar mi ovario”, asegura la joven.
. Foto:Istock
Con ayuda de la ciencia
De acuerdo con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), en Colombia existen más de treinta bancos de gametos y embriones registrados. Sin embargo, el país no cuenta con registros precisos sobre este tipo de técnicas de reproducción asistida. En 2018, el mismo año en el que Lina Quiroga recibió el diagnóstico, cerca de seis mil mujeres accedieron a especialistas buscando ser madres bajo estas condiciones, y ese mismo año las cifras apuntaban a un incremento del 30 por ciento en las consultas para llevar a cabo tratamiento de fertilidad.
“No sé lo que sucederá más adelante, pero sí cabe la posibilidad de que pueda ser mamá gracias a este procedimiento. Me encantan los niños y todo este proceso me dio aliento. Congelar mis óvulos supone que existe vida más allá de mi enfermedad”, explicó la joven, que en ese momento no conocía a ciencia cierta los mecanismos para la criopreservación de óvulos.
A Lina Quiroga la remitieron al banco de fertilidad de Profamilia, una entidad con experiencia en este campo de la medicina que durante los últimos 18 años logró que cerca de 1.100 personas con problemas de infertilidad pudieran lograr su deseo de ser padres o madres.
Todo este proceso me dio esperanza, siempre me aferre a la vida y seguí luchando por vivir y por ayudar
En concreto, el proceso de congelación de los óvulos es muy parecido al de fecundación in vitro, dicho procedimiento puede tardar entre dos y tres semanas y empieza con la inyección de la hormona estimulante del folículo durante 10 o 15 días para incrementar el número de óvulos liberados por los ovarios, según lo explica María Angélica Triana, médica ginecoobstetra, especialista en reproducción humana.
“Luego de realizar la extracción de los óvulos, estos se preparan y clasifican en el laboratorio. Incluso el número de óvulos que se pueden extraer en una sola punción y su madurez, así como su calidad, dependen de la respuesta de cada mujer al tratamiento hormonal”, dice la especialista.
“Es un proceso muy doloroso, no voy a decir que fue algo fácil. Si durante un solo ciclo menstrual, produciendo un solo óvulo, una mujer se incomoda por todo el tema de las hormonas, imagina generar más de diez en una sola menstruación”, cuenta la joven cuyo proceso fue especialmente complicado porque los especialistas debían actuar con rapidez.
En menos de un mes, sus óvulos ya estaban congelados en el banco de fertilidad de Profamilia. Primero los extrajeron en una operación que duró 15 minutos, al día siguiente le pusieron el implante del catéter y una semana después empezó con las sesiones de quimioterapia para poder recuperarse de la enfermedad.
“Recuerdo que cuando llegué a Profamilia lo primero que les dije fue que debían tenerme mucha paciencia con todo el tema de las agujas. No sabía lo que se venía. Desde que soy pequeña las inyecciones me dan muchísimo miedo, pero cuando uno es un adulto debe asumir lo que le toca”, relató Quiroga, quien tuvo que recibir tratamiento contra el cáncer durante un largo tiempo.
Sin límite de tiempo
De acuerdo con Carolina Rubio, médica ginecoobstetra, los óvulos, al igual que los embriones, pueden permanecer congelados indefinidamente, sin que el tiempo afecte su calidad. “Estos no se extraen individualmente, sino que se congelan en ‘cohortes’ o grupos de ovocitos. La técnica más utilizada para este tipo de procedimiento es la vitrificación, lo que significa que logran congelar las células sin causarles ningún daño”, remata la experta en reproducción humana.
En concreto, la tasa de supervivencia de los ovocitos al proceso de vitrificación es del 90 por ciento, lo que quiere decir que en unos cuantos años, Lina Quiroga podrá volver al banco de fertilidad de Profamilia para empezar un tratamiento de fecundación in vitro que la convertirá en madre.
“Es realmente impresionante cómo avanza la tecnología. Todo este proceso me dio esperanza, siempre me aferre a la vida y seguí luchando por vivir y por ayudar. Por eso, en el futuro me quiero dedicar a continuar con un proyecto de fundación en el que ayudo a niños con cáncer. Llevo con esto casi dos años y a eso me dedico: aporto un poco de esperanza a la gente que lo necesita”, señaló la joven.
El banco
.. Foto:Istock
La fertilización in vitro es uno de los avances médicos más importantes en salud sexual y es la tecnología más efectiva de reproducción asistida. Sin embargo, se sabe muy poco sobre el funcionamiento de los bancos de embriones y esperma que existen en el país, incluso cuando estas entidades son una alternativa viable para quienes desean extender su ‘reloj biológico’ con la intención de tener hijos en el futuro.
De esta forma, el banco de semen y óvulos es un servicio que se ofrece a s que estén buscando preservar su propia fertilidad, o usar una muestra de un donante para un tratamiento.
Este funciona con una técnica llamada criopreservación o congelamiento, mediante la cual los gametos o embriones son congelados a muy bajas temperaturas,generalmente entre -80 °C y -196 °C, “para disminuir las funciones vitales de las células y poderlas mantener en condiciones de vida suspendida por mucho tiempo sin causar daños”, según lo explica la ginecoobstetra Triana, quien agrega que “las células pueden durar indefinidamente congeladas sin afectar su viabilidad. Este proceso no genera afectaciones genéticas o metabólicas para la célula, es decir que el gameto funcionará igual que antes de ser congelado”.
Asimismo, el banco de semen y óvulos también guarda muestras de terceros donantes que están a disposición de mujeres o de parejas que deseen o requieran un tratamiento de fertilidad. El proceso de donación es de carácter anónimo y altruista. En otras palabras, no se provee información ni al donante ni al receptor sobre el otro y al donante no se le paga por ello.
Los donantes deben cumplir con una serie de requisitos rigurosos para asegurar la calidad y confiabilidad de las muestras. En este sentido, las donantes de óvulos deben tener entre 18 y 30 años y los donantes de esperma, entre 18 y 35 años.
Adicionalmente, deben contar con un nivel de escolaridad superior y tener un historial médico libre de enfermedades genéticas o cualquier otra que pueda afectar sus gametos. Dicho esto, los donantes que se presentan pasan por una serie de pruebas de la mano de profesionales médicos, que evalúan su estado físico, genético y psicológico, y una serie de entrevistas para asegurar su compromiso con la donación.
“A partir de este proceso se escogen los candidatos ideales. En el caso de los hombres, sus muestras de semen pasan por unas pruebas adicionales de congelación y descongelación para medir la viabilidad de sus espermatozoides. Este proceso puede demorar hasta seis meses, pero es necesario para asegurar la mejor calidad de óvulos o espermatozoides que logren la mejor probabilidad de un tratamiento exitoso”, asegura la experta Rubio, quien además concluye que, “en todos los casos, se realizan rigurosas pruebas de riesgos biológicos en las muestras, como enfermedades de transmisión sexual, para evitar una contaminación del banco”.