El Gobierno distrital condenó ataque de emberá que intentó asfixiar a funcionaria de Integración Social

La Secretaría Distrital de Integración Social rechazó de manera enfática la agresión sufrida por una funcionaria del equipo de Ciudad Niñez, quien fue atacada por un hombre adulto perteneciente a la comunidad Emberá, mientras desarrollaba actividades pedagógicas con niñas y niños en los alrededores del Ministerio del Interior.

Según la información oficial, los hechos ocurrieron en horas de la tarde del domingo, cuando la funcionaria se encontraba liderando una actividad lúdica con aproximadamente ocho menores. El agresor, en evidente estado de embriaguez y residente habitual de un alojamiento temporal, irrumpió de manera sorpresiva en el lugar e intentó morder a la profesional. Al no lograrlo, procedió a sujetarla del cuello con ambas manos, en un intento de asfixiarla.

La víctima, en estado de conmoción, no pudo pedir ayuda verbalmente. Fue un adolescente presente en el sitio quien intervino para detener la agresión, recibiendo posteriormente el apoyo de otros de la comunidad Emberá que también acudieron en su defensa.

Ante la gravedad del incidente, el equipo institucional activó de inmediato las rutas de atención y protección, solicitando una ambulancia del Distrito que llegó al lugar para brindar atención médica a la funcionaria agredida. Asimismo, se garantizó su acompañamiento psicosocial y jurídico.

El  secretario de Integración Social, Roberto Angulo,  condenó de manera categórica este acto de violencia y recalcó que no se tolerará ningún comportamiento que atente contra la integridad del personal que presta servicios a poblaciones en condición de vulnerabilidad. Las autoridades distritales ya iniciaron el proceso correspondiente para la judicialización del agresor.

“El Gobierno distrital reitera su compromiso con la protección de sus equipos en el territorio y con la garantía de condiciones seguras para el desarrollo de labores humanitarias dirigidas a las comunidades más vulnerables”, concluyó Angulo.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

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