Los reveladores detalles de la condena en EE. UU. contra Álvaro Córdoba

EL TIEMPO conoció en primicia la sentencia y las consideraciones de la fiscalía estadounidense para pedir la dura condena contra Córdoba Ruíz, pese a que su defensa solicitaba una condena de solo 5 años.

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De acuerdo con el fiscal Federal, la sentencia “demuestra el compromiso de esta Oficina de procesar a narcotraficantes como Córdoba Ruíz, que buscan importar toneladas de cocaína a los Estados Unidos”.

En la lectura de la sentencia, el funcionario advirtió que el peso de la ley recaerá con más fuerza para narcotraficantes que se “se asocian con organizaciones violentas de narcotráfico como las Farc”.

Según documentos judiciales y más de trescientas llamadas y reuniones grabadas que tuvieron lugar durante más de un año demostraron que Córdoba Ruíz “conspiró con sus coacusados ​​y otros individuos asociados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) para obtener y distribuir toneladas de cocaína con destino a los Estados Unidos”.

Los coacusados en este proceso son: Amanda Libia Palacio Mena (‘Palacio’) y Alberto Alonso Jaramillo Ramírez (‘Jaramillo’).

Además se detalla que el sentenciado también “negoció con individuos que creía que eran narcotraficantes de una organización de narcotráfico con sede en México (la “OTD mexicana”) que buscaban establecer una línea de suministro de cocaína desde Venezuela y Colombia a Estados Unidos”.

Pero en realidad estas personas eran fuentes confidenciales que trabajaban bajo la dirección de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Se detalla que en comunicaciones grabadas durante la investigación, Córdoba Ruíz, “acordó ayudar al planificado negocio de cocaína a través de sus conexiones políticas y logísticas en Colombia”.

De acuerdo con el expediente, en las diferentes llamadas, el acusado “describió sus conexiones con su hermana, una poderosa política en Colombia llamada Piedad Córdoba indicando que, a cambio de apoyo financiero y político, ella ayudaría a facilitar una asociación de cocaína entre los demandados y la DTO mexicana”.

“Conectó a las fuentes confidenciales que supuestamente eran de la organización mexicana con un político colombiano, transmitiendo que, a cambio de apoyo financiero y político esto ayudaría a facilitar una asociación de cocaína entre el acusado, su compañero -conspiradores y las fuentes confidenciales que supuestamente funcionan como la OTD mexicana”, se lee en el expediente.

Se lee en la sentencia que el condenado también relacionó las fuentes confidenciales “con individuos que ofrecieron proporcionar grandes cantidades de cocaína y seguridad para los cargamentos de cocaína prometidos”.

Por ejemplo, en una llamada telefónica grabada el 10 de septiembre de 2020, el expediente describe que CS-3 (fuente confidencial) presentó a Palacio a CS-1, quien pretendía ser el jefe de CS-3 en la OTD mexicana, “para que pudieran discutir el establecimiento de una línea de suministro de cocaína desde Colombia y Venezuela”.
Durante otra reunión, que fue grabada en audio y video, CS-2 le dijo a Palacio”que la cocaína sería enviada a los clientes de CS-2 en Nueva York y otros lugares de Estados Unidos”.

Hay otro dato clave en el proceso y es que en diciembre de 2021, para demostrar su buena fe y establecer la calidad de su suministro, Córdoba Ruiz “vendió a las fuentes confidenciales una muestra de cinco kilogramos de cocaína que contenía un alto nivel de pureza; las pruebas de laboratorio demuestran que la cocaína tenía entre 86,6% y 89,1% de pureza”.

Las investigaciones arrojaron que la droga había salido de una granja asociada a las Farc en las afueras de Medellín. “Hombres armados estaban apostados en la entrada de la finca a la que llegó un masculino no identificado y le dio a CS-2 aproximadamente cinco kilogramos de una sustancia que luego dio positivo a cocaína de alta pureza”.

“El acusado, Palacio y CS-2 luego regresaron a Medellín, donde se reunieron con un oficial encubierto (UC) que trabajaba con la Policía Nacional de Colombia, quien se hacía pasar por un asociado de CS-2. La UC entregó una bolsa de aproximadamente 15.000 dólares en moneda estadounidense al CS-2. Luego CS-2 sacó el dinero de la bolsa y lo contó con el acusado y Palacio. Luego transfirieron los cinco kilogramos de cocaína a la bolsa”, se lee en el expediente.

Después de la exitosa muestra de cinco kilogramos, los acusados se concentraron en ultimar el siguiente paso de su asociación, un gran cargamento de cocaína con destino a Estados Unidos.

“El 2 de febrero de 2022 los imputados y CS-2 se reunieron en Medellín. En la reunión, Jaramillo —que en ese momento estaba solo en un balcón con CS-2— organizó que CS-2 se reuniera con un individuo descrito como “Comandante Martín” en un campamento de las Farc para discutir un envío inicial de 500 o 1000 kilogramos; “verificar la producción”, es decir, los campos de coca, y discutir qué “marca”, es decir, sello, se le pondría a la cocaína”, detalla el documento.

En ese momento, se lee el expediente, “Jaramillo afirmó que el “Comandante Martín”, comandante del Bloque Sur de las Farc, portaría un rifle en la espalda y uniforme.

Jaramillo afirmó que esperaba que el “comandante Martín” pudiera sacar el cargamento en cuatro o cinco días”, además que el ‘Comandante Martín’, tenía sus laboratorios de cocaína, pistas de aterrizaje y vehículos a sus órdenes.

Pocos días después de esas reuniones, se materializaron las capturas. Córdoba Ruíz fue arrestado en febrero de 2022, mientras negociaba el envío de aproximadamente 500 kilogramos de cocaína por semana a Estados Unidos.

En enero de 2023, fue extraditado de Colombia a Estados Unidos. El 2 de enero de 2024, se declaró culpable.

Además de la pena de prisión de 14 años, Córdoba Ruiz, de 65 años, fue sentenciado a cuatro años de libertad supervisada.

​Redacción Justicia:
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