El juramento de Hipócrates es un texto antiguo que sienta las bases de la ética médica. A lo largo de la historia ha sido adaptado y reinterpretado, pero sus principios fundamentales de respeto por la vida, la confidencialidad y el deber hacia los pacientes siguen siendo relevantes en la práctica médica contemporánea. Sus principios van de la ética y responsabilidad, que es priorizar el bienestar del paciente, a la no maleficencia, que es la obligatoriedad de no causar daños; de la beneficencia, que obliga a actuar en beneficio del paciente, a la confidencialidad, que es la protección la información del paciente.
Por otro lado, las EPS (entidades promotoras de salud) y las IPS (instituciones prestadores de salud) son componentes esenciales del sistema de salud en Colombia. Las EPS se encargan de gestionar la afiliación y el a servicios de salud, mientras que las IPS son las instituciones que brindan estos servicios. En Colombia, el sistema de salud ha enfrentado múltiples retos, incluidos problemas de cobertura, calidad y financiación.
La reforma de la salud propuesta por el presidente Petro busca abordar estos desafíos mediante la implementación de medidas que promuevan el universal, la sostenibilidad del sistema y la mejora de la calidad de atención. Este tipo de reformas a menudo provocan debates intensos, ya que implican cambios significativos en la cobertura de servicios, el financiamiento y la regulación del sistema de salud.
La relevante ética del juramento de Hipócrates sigue siendo fundamental para los médicos, sea en sistemas de salud públicos o privados.
La medicina pagada es también un derecho, pero es otro factor de desigualdad: el que tenga los medios recibirá mejor atención, mientras al ciudadano de a pie le tocan colas interminables y caza de cupos, falta de medicinas y, en general, una atención mínima para cualquier enfermedad.
Los profesionales de la salud deben encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad financiera de su práctica y su compromiso con la ética médica, garantizando siempre que el interés y el bienestar de los pacientes sean la prioridad máxima. Para ello es vital un sistema de salud que favorezca la equidad, la transparencia y el respeto a la dignidad del paciente. Los desafíos éticos son muchos en un entorno de pagos, la comunicación clara sobre los costos y opciones de tratamiento pueden verse comprometida, la presión de la rentabilidad puede llevar a dilemas éticos en la toma de decisiones clínicas.
En todo caso, la relevante ética del juramento de Hipócrates sigue siendo fundamental para los médicos, sea en sistemas de salud públicos o privados.